CRONICA

PATRIMONIO CULTURAL
Se ha comenzado a celebrar en nuestra ciudad, al igual que en el país, el Día del Patrimonio Cultural. Diversas actividades han sido planificadas con este motivo, todas ellas sin costo para la comunidad. Oportunidad necesaria para acceder a espacios y eventos que de otro modo suelen ser inalcanzables.
Felicitamos desde aquí en especial a nuestro amigo Hugo Alister, reconocido trabajador de la cultura y permanente hacedor de buenas acciones culturales.
Nos hubiese gustado, que no significa que asi debiese haber sido, pero reiteramos que nos hubiese gustado más acciones de intervención urbana directa, algo así como una gran Murga de disfraces donde hubiesen participado las juntas de vecinos y las agrupaciones culturales de la comuna, imaginamos que la municipalidad debe tener un catastro de todas las organizaciones artísticas que existen, como para haberlas invitado.
Quizás un festival de teatro callejero con clowns, mimos, titeres, marionetas.
También hubiese sido interesante un Cabildo Cultural amplio y no excluyente donde se debatiera por ejemplo el uso de los espacios públicos por artistas populares, considerando la constante represión que sufren cantantes, actores, titriteros, mimos y circenses que trabajan en contacto directo con la comunidad en plazas y parques.
Más allá de lo necesario que es abrir el museo ferroviario a la comunidad de manera gratuita, ¿qué tal un calendario de visitas guiadas para niños y niñas de educ. básica rural todas las semanas al mismo museo? Un colegio por semana no creo que fuese mucho problema ¿o sí?. Francisco Huenchumilla, alcalde de Temuco, debiese hacer algo más por la cultura que sólo cortar cintas en inauguraciones. Recuerdo que cuando se hizo la exposición de las obras de Roberto Matta en el museo ferroviario y vino como presentador el destacado pintor Balmes, el Alcalde mandó a un subalterno a hablar por él, vergonzozo por decir lo menos.
Estamos celebrando el Patrimonio Cultural, y con mucha pobreza diría yo. Y no hablo de dinero sino de creatividad, y no siempre se necesita de mucha plata para hacer una buena celebración. Los artistas populares saben harto de eso, pero en estas ocasiones las autoridades sólo llaman a los "artistas profesionales" y ellos son profesionales para exigir recursos, gastarlos entre ellos, autoadularse y aparecer en la foto.
A estas alturas ya no importa, seguiremos los de siempre trabajando con la gente de verdad, con la sonrisa honesta de los niños maravillados con la magia, de los aplausos verdaderos del obrero emocionado con la canción, de la gente sencilla que no pide grandes luces ni caras cortinas. Es allí donde el Patrimonio se justifica, a fin de cuentas quien define realmente qué es arte y qué es cultura no es un catedrático sino el verdadero protagonista: La Gente.
Va igual nuestro saludo a los que siguen creyendo que otro mundo es posible, como Hugo Alyster y Carolina Barreira, por lo menos aun quedan soñadores enre tanta pesadilla suelta.
Feliz día amigos.
Equipo de El Pulgatorio