domingo, 7 de marzo de 2010

TITERIKE ROMPIENDO SILENCIOS


La experiencia, en Brasil, de hacer teatro de títeres para niños y niñas con deficiencia auditiva.

La ciudad de Uberaba, en el Estado de Mina Gerais, fue otra de las tantas localidades de este gigantesco Brasil donde detenía mi recorrido para entregar el teatro de títeres y compartir experiencias con gente de la cultura y las artes locales y hacer nuevos amigos. Sin embargo, no iba a ser igual en esta oportunidad mi estadía titiritesca.
Después de estar presentando mi trabajo en ciudades del Estado de Paraná (Foz Iguacu, Cascavel, Sta. Teresa), llegué a esta zona minera invitado por la Fundación Cultural para presentarme en el Teatro Experimental de Uberaba, dependiente del municipio. Actividad que fue muy gratificante y con compromisos para volver más adelante y participar en próximos festivales y encuentros.
Motivado por Roberto Yale, amigo residente en Uberaba, llevé mi portafolio curricular y mis muñecos a la Escuela para Sordos “Dulce de Oliveira”. Después de una entrevista con la Directora y la Coordinadora General, y después de mostrar mis antecedentes, fotos y registros de lo realizado en esta gira Ititerenante por Chile, Argentina y Brasil. Acordamos una presentación para los alumnos y alumnas el viernes de esa semana, a las 9 de la mañana.
Ese día, con un nerviosismo diferente y mayor, presenté mi trabajo. Adaptado íntegramente a una puesta en escena mayormente visual, gestual y obviamente sin sonido ni parlamentos, excepto los iniciales al presentar el trabajo que fueron hechos en portugués con apoyo de una traductora a lenguaje de señas (manos). Y haciendo uso de mi experiencia en el trabajo de pantomima y en el teatro de muñecos presenté un espectáculo mixto de gestualidad y títeres. Durante una hora y 30 minutos en esa Escuela donde hay mayormente silencios. Las risas, gritos y batir de palmas rompieron la mañana.
Al finalizar la función, todo era emoción. Los profesores, los niños y niñas, los jóvenes y el personal administrativo continuaban riendo y comentando las aventuras de mis muñecos, se acercaron al teatrino para ver y tocar. Los títeres pasaban de mano en mano y eran abrazados, besados, inspeccionados hasta su íntimo detalle. Fue una experiencia tremendamente emociónate, demás está decir lo asombrado y feliz que me sentía.
Esa función derivó inmediatamente en otra presentación para la tarde, para los niños y niñas más pequeños, un taller de desarrollo creativo para alumnos de último año y la semana siguiente un taller de tres días de Gestualidad y Expresión Corporal.
La Escuela para Sordos “Dulce de Oliveira” es una institución particular subvencionada, que mayoritariamente autogestiona sus actividades. Atiende a una gran número de niños y jóvenes con sordera, desde leve a profunda. Y todo el personal, tanto docente como administrativo, domina el lenguaje de señas. algunos de los profesores son también sordos. Y hay jóvenes que una vez terminados sus estudios continúan desarrollando labores en la escuela como monitores de apoyo pedagógico.
Sin lugar a dudas una experiencia más que enriquece y valoriza al Teatro de Títeres. Y aun quedan lugares por recorrer en esta Gira, donde espero encontrar más sorpresas, más amigos, y más experiencias como esta maravillosa jornada con los niños y niñas que viven en un silencio que muchos de nosotros no logramos conocer.


martes, 2 de marzo de 2010

CIUDADES... PERSONAS... AMORES QUE NACEN EN EL CAMINO

CIUDADES Y CORAZONES A LOS QUE DEBO VOLVER...



En este caminar titiritesco he ido conociendo lugares y personas que han significado mucho para la buena realización de esta gira Ititirenante. Comenzó con Bahía Blanca, en argentina, luego Posadas y Puerto Iguazú en el mismo país. Y en Brasil he recibido el cariño y el reconocimiento a mi trabajo en las ciudades de Cascavel, Estado de Paraná, y en Uberaba, Estado de Mina Gerais.

Ya he contado en este blog sobre Bahia Blanca y sobre Misiones. Pero me ha faltado Puerto Iguazú, y no ha sido por desinterés o despreocupación, sino por escasa accesibilidad a internet con tiempo suficiente para escribir. ahora mismo sólo puedo hacerlo y agregar nada más una foto. Pero ya encontraré el tiempo y el lugar para profundizar esta crónica.

Sobre Puerto Iguazú sólo puedo decir una cosa: Paracultural de la Selva, el lugar que encierra todo lo que Puerto Iguazú significó para mi. Nada del consumista paisaje de una ciudad fronteriza multicultural o de su archipublicitado boom d elas cataratas. El Paracultural de la Selva es el centro, el corazón, de Iguazú que yo tengo registrado en mi bitácora íntima y emocional. Allí hay paz, arte, amistad y sueños cumplidos y por cumplir. Y en esa isla urbana dentro de la mole encementada de la ciuada está Bibi Feldman, con su energía, sus ratos neutros, sus dolores y sus placeres, y sobretodo su tremendo corazón generosos y solidario para quienes hacemos de la vida un tiempo que no puede pasar sin pellizcarle el culo a la inhumanidad que por estos tiempos nos rodea.

Al cruzar la frontera, entrando a Brasil llegué a Cascavel, y su nombre me atrajo y no me equivoqué. Allí conocí a Marlene, directora y sostenedora de los Colegios Expressão. Ella y su pareja vieron que mi trabajo podía ser bueno para sus alumnos y me pidieron una función, luego de ella insistieron en que debía quedarme y visitar sus otros establecimientos en Foz de Iguazú y santa Teresa. Así que me brindaron el hospedaje en la misma escuela y me permitieron seguir avanzando en este titiritear por Nuestramérica.Me despidieron con una Cena maravillosa y con el cariño y el interés de que regrese nuevamente a visitarles.

Y llegue a Uberaba, motivado por la invitación de un amigo que conocí en Foz de Iguazú. Venía por dos días y me he quedado dos semanas. Roberto me llevó a su casa, allí conocí a su compañera Claudinha. Ellos abrieron su hogar y su corazón a este titiritero errante y m,e han acompañando en esta estancia en Uberaba. Aquí conocí a los niños y niñas de la Escuela para Sordos "Dulce de Oliveira", gracias al interés de sus docentes y coordinadores llevé el teatro de muñecos a su mundo de silencio. Una experiencia maravillosa que me abre nuevas puertas. Y los docentes me piden además un taller de tres clases para aprender técnicas básicas de Gestualidad Dramática (Pantomima y Exp. Corporal). Así me integro por una semana al quehacer de esta Escuela. Y la fundación cultural de Uberaba me ofrece libremente la Sala de Teatro experimental para realizar una presentación completa a la comunidad en su semana de aniversario.

Es así como he ido concretando ciudades, personas y amores en este camino. Amores humanos, de esos que no se mezclan con lo mundano del interés o del líbido, sino con la esencia de lo íntimo y lo sagrado que nos hace diferentes, aquellos que nos permite identificarnos como personas alejadas cada vez más de la prehistoria humana donde la violencia, el egoismo y la discriminación persisten.

Estas ciudades, estas personas, estos amores han hecho que mi viaje valga el esfuerzo de cada minuto vivido, cada paso dado, cada obstáculo vencido, cada abrazo entregado, cada sonrisa de niño y de niña recibido, cada dia y cada noche del camino.