Por muchos días estuvimos reteniendo las ganas de anunciar esta buena nueva, temiendo que los imponderables del destino y las oscuras vibraciones que siempre aparecen pudiesen truncar este largo y anhelado sueño. Pero ya estamos ciertos, y en tierra derecha, para concretar lo que será un espacio nuevo para el teatro de títeres y marionetas, y también para eventos artísticos especialmente dedicados a la familia, los niños y niñas y a los que gustan del teatro íntimo.
La Sala Titerike será el punto de consolidación de muchos años de trabajo y persistencia en este ArteOficio tan maravilloso que nos ha permitido conocer a tanta gente y tantos lugares, que nos ha entregado un tesoro de sonrisas y afectos incalculable, que ha hecho que mucha gente descubra la magia interior que llevan y que aparece mediante la interacción con nuestros muñecos.
La Sala Titerike será punto de encuentro para los y las titiriteras errantes que pasen por nuestra ciudad entregando su arte. Para los grupos emergentes que necesitan un espacio donde expresar su pasión artística. Un lugar para las familias de La Araucanía que esperan con ansias una alternativa humana y sana de entretención para sus hijos e hijas. Será para nosotros el centro del universo, el Hogar Dulce Hogar de nuestro ArteOficio, la casa donde habitará el amor y la amistad de los títeres, las marionetas, los seres mágicos de las historias que esperan un público ansioso de fantasía y aventura.
Pero también será un desafío, económico y emocional, un permanente esfuerzo para no ceder al infortunio que ha acabado con tantos espacios culturales en nuestra ciudad. Temuco es muy ingrato con los ámbitos humanos, aquí pareciera que sólo hay lugar para el consumo superficial, la cultura de la basura, lo banal y lo que imbecibiliza e involuciona a las personas. Pero también estamos los resistentes, los porfiados que creemos que en el momento que dejemos de insistir y porfiar, la Gran Máquina triunfará en su afán de deshumanizar y transformar en zombies a la humaniad cercana.
No queremos eso, queremos ser alternativa al desapego y la alienación, alternativa a los destellos falsos de la televisión contaminante, alternativa al hipnótico llamado de las ofertas y las liquidaciones, alternativa al subliminal y falso mensaje de que la felicidad existe en una botella de gaseosa.
Y son ustedes, nuestro amado público, quienes nos motivan a este nuevo momento en la historia de TITERIKE. Ustedes, quienes nos han acompañado por tantos años en tantos lugares y tantos bellos momentos, desde aquellos años en que iniciamos con funciones en la Plaza Anibal Pinto cada fin de semana, luego llegaron los viajes a comunas cercanas, visitas escuelas, talleres y cursos, festivales, viajes al extranjeros y en forma especial, nuestra presencia incondicional cada domingo a las 12:30 hrs. en la Sala Eilers del Museo de la Araucanía, a quienes agradecemos infinitamente ese espacio maravillosos que por tres años ha sido nuestra casa y que esperamos seguir compartiendo. La Sala Titerike no viene a reemplazar a la sala Eilers, sino a complementar, a sumar, a aumentar la oferta de espacios para el arte y la cultura.
Yo sé que esperan saber dónde y cuándo inicia la Sala Titerike. Bueno, ese dato lo reservaremos un poco más. Sólo diremos que está en el centro de Temuco y que, si todo sigue como hasta ahora, estaremos partiendo en Octubre. Y será debidamente anunciada y saldrán todos los heraldos a vocear la buena nueva por la ciudad y todos los rincones de la comarca.
La Sala Titerike será parte, además, de todo un espacio cultural, atractivo y muy accesible. Un lugar que realmente hace falta, y que sabemos será muy bien recibido por toda la gente bien nacida de esta tierra. Un espacio para la interculturalidad, la diversidad, la inteligencia, el arte, la cultura, las raíces, las ideas, las mentes abiertas, los librepensadores y las librepensadoras, para todo ser humano que quiere construir un mundo de belleza, de amor, de alegría, de respeto al otro sólo por el hecho de ser otro, sin etiquetas ni colores que se destiñen en corazones clorados.
Larry Malinarich
TITERIKE