Una invitación de esas que nos gusta mucho recibir fue la que nos hizo nuestra amiga Carmen. Ella nos conoció en las funciones habituales de los domingos en el Museo de La Araucanía, y sin pensarlo dos veces se atrevió a proponernos una visita a los niños y niñas de la sección de Pediatría del Hospital Regional de Temuco, lugar donde ella trabaja y donde sabe que los momentos de alegría son escasos.
Sin dudarlo aceptamos la invitación, y por si alguien pudiese pensar de otra forma les digo que fue una visita sin que haya detrás un beneficio monetario. Nuestra recompensa son las risas, las miradas y los abrazos que nos dan esos niños y niñas que tienen tan pocas posibilidades de acceder a momentos de alegría enbtre tanto sufrimiento y tristeza por sus lesiones o enfermedades.
Fue una mañana entretenida junto a ellos. Con un pabellón decorado con globos y dibujos, resaltando los Derechos de los Niños y Niñas y música para amenizar ese momento.
También estuvieron con nosotros otros trabajadores del arte y la animación infantil que acudieron a este llamado, hubo magia y payasitas.
Nosotros llevamos al cocinero Don Omar y al travieso gato Bigotes, además de René, que coqueteó con las enfermeras y tias y quedó prendido del corazón de la tía Carmen.
Ojalá pronto podamos repetir esta experiencia para otros niños y niñas que con la alegría d elos títeres recargan su ánimo para enfrentar con más fuerza los difíciles momentos que están pasando.
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